Sydney Opera House

Ópera de Sídney

La Ópera de Sídney es uno de los edificios emblemáticos de esta hermosa ciudad australiana y una de las obras de arquitectura moderna más famosas del mundo.

Para su construcción se realizó, en la década del cincuenta, un concurso de proyectos del que participaron arquitectos de todo el mundo. El mismo fue ganado por el danés Jørn Utzon, quien presentó un diseño verdaderamente novedoso.

Su proyecto no había sido elegido entre los cinco finalistas (de los 233 que se presentaron), pero un conocido arquitecto, miembro del jurado, Eero Saarinen, fue quien vio en los dibujos de Utzon a la futura Opera. Curiosamente, su creador, Utzon, abandonó el proyecto en 1966 por desavenencias graves con el gobierno de Nueva Gales del Sur y por las fuertes quejas que recibió de la población australiana, quien consideraba el edificio demasiado modernista y abstracto. La idea original resultó demasiado cara de llevar a la práctica, y tuvieron que ser tres arquitectos australianos los que finalizaran la obra en 1973, año en que se inauguró con la ópera Guerra y Paz. Su creador original jamás volvió a Australia a visitarlo.

Lo más llamativo del edificio de la Ópera de Sídney es su techo, formado por bóvedas blancas con vértices que recuerdan las velas de un barco.

Según dijo en su momento el propio arquitecto, la idea le surgió mientras pelaba una naranja y abría sus gajos. La cáscara de la naranja dio forma a sus cúpulas; a ese entramado de azulejos suecos que forman el tejado del edificio y que le dan ese contraste contundente en la bahía. Una base de hormigón recubierta de granito, cubiertas de color blanco, revestimientos con baldosas de cerámica configuran el resto de este singular monumento. Y esa silueta perfectamente reconocible, como si de un barco con las velas al viento desplegadas se tratara, que parece variar según el punto desde donde se observe, y donde las luces del día y la noche, juegan con sus volúmenes, con sus fachadas, con sus escalinatas y sus ventanales…

El edificio, que se terminó de construir en el año 1973, se encuentra ubicado sobre la costa, en la entrada al puerto de Sídney, muy cerca del Puente del Puerto (el espectacular Harbour Bridge). En su interior funcionan una sala para ópera (con capacidad para 1547 espectadores), otra para conciertos (con capacidad para 2900 espectadores), un cine y un restaurante.

El acceso al complejo se realiza a través de una imponente escalinata. El público circula por la parte alta del edificio, desde donde se tiene una hermosa vista del puerto de Sídney. 

No hace mucho, el danés Joern Utzon ganó el prestigioso premio Pritzker de arquitectura (el equivalente al Nobel en esta categoría) por el diseño de este singular edificio. El jurado la definió como “uno de los edificios más simbólicos del siglo XX, una obra maestra, una imagen de gran belleza… un símbolo no sólo de una ciudad, sino de todo un país”.